En Bogotá son las 7 de la mañana y José Luis Esparza (50) ya lleva un rato despierto. “Estoy acostumbrado a madrugar”, dice. Es un hábito que adquirió tras una larga carrera como oficial de ejército. Detrás suyo hay una pequeña biblioteca que exhibe dos de sus libros favoritos: La Ilíada, de Homero, y El arte de la guerra, de Sun Tzu. Arriba de ambos, una réplica de un guerrero de terracota. Tanto los acontecimientos sobre la guerra de Troya (que cuenta el primero) como las reflexiones sobre estrategia militar (del segundo) son, para él, fuente de inspiración. Lo apasionan desde que era cadete. Hoy, tras miles de páginas leídas, se define como un estudioso del engaño como recurso bélico. “Me parece un tema fascinante”, le cuenta a LA NACIÓN. Y añade: “En la guerra, el arte del engaño es muy importante”.